NUNCA
Nunca se convirtió en el eterno adverbio,
muro atemporal de infinita dimensión
y pantagruélico significado.
N-u-n-c-a
Un perenne recordatorio
previo al intento inocente
del mínimo movimiento,
la más leve querencia
o subconsciente expectativa.
Dejó sumida en el absurdo
la ilusionada espera
como un triste payaso
que sostiene inútil
el despiece de una lona de circo.
Nunca dispersó sus fonemas
como cárcel en círculo
alrededor del planeta
para hacer del viaje un regreso
en el mismo estado
del punto de partida.
Nunca se burló de lo posible.
Nunca le escupió a la cara
a lo probable.
Nunca se rió a mandíbula abierta
de la ciencia y la paciencia.
Y abrazado al olvido
tejió su nido de ignorancia
y de profunda
ceguera.
MARÍA RAMOS GALLARDO. "METALINGÜÍSTICA EN VENA". EDITORIAL LINEAS DIFUSAS. 2016 ©