MANTRA
Bienvenido
diciembre,
en tierra
mojada y escasa hierba anclado,
en maderas
nobles, rocas gélidas,
en la ausencia
de cantos alados
y en esta
oculta piel que, como tú,
esconde la vida
y la lágrima hiela.
Te advierto
licántropa en la humedad
al expirar cada
molécula de aire
y estás,
inmenso y
penetrante,
en el olor a
manzanas y nueces,
en el rumor del
río que reaparece.
Estás hibernado
no en el ruido
de la urbe,
ni en las
luces,
sino en la
semilla guardada,
enterrada en
los adentros
del vientre
materno
de una tierra
callada.
Estás en la idea,
el germen, la
simiente
de raíces
silenciosas
de un amor en
coma,
pues tú me
pariste en lo inmóvil
siempre en la
espera.
MARÍA RAMOS GALLARDO. "UN ENTE EN EL DIVÁN". EDITORIAL EX-LIBRIC. 2017 ©
(A la venta a principios de 2018)