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sábado, 26 de mayo de 2018

GHOST

GHOST


Se van borrando los contornos, lo siento.

Levedad del cuerpo que, sin querer,
traspasa el muro hacia la cama.

Los zapatos de tacón
en mitad de la habitación.
Y en el espejo nada.

Un fantasma cruza la estancia,
se tumba en la cama hecha en la mañana,
sueña, reposa,
en lo invisible,
después de perder otra vez.

La seda de un sujetador duerme en el sillón.
Fue elegido con premeditación y alevosía,
a juego con el erotismo
muriente en la última neurona
apoyada en la almohada.
                                      
Reinventarse y salir,
sabiendo de una desvanecida vuelta
                                           a los huecos vacíos.

Y todo porque me apetece así.
Joder, no queda whisky…
Me desvanezco.

MARÍA RAMOS GALLARDO. "UN ENTE EN EL DIVÁN". EDITORIAL EXLIBRIC. 2018 ©

martes, 8 de mayo de 2018

HUELLAS


HUELLAS


Viene y va la luz entre corrientes alternas
de aire arrebatado y dramático
filtrado en resquicios y oquedades
pero no alcanza más allá de la dermis,
donde ésta se torna paredón defensivo
con almenas armadas,
un castillo, un armazón que protege
un universo devastado,
una constelación de órganos marcados.

Un dibujo, cinco dedos
recubren un corazón que convulsiona
en la mano que aprieta y no suelta.

Huellas dactilares y adn extraño
estrangulando la aorta
desde el recuerdo
que se me antoja milenario
y que consume el oxígeno
ahí donde el pulmón
                         soporta la redondez de un pellizco
incisivo y continuo,
aunque duerma.
                                              
Aún me pregunto qué poder mayor que la luz
te filtró en mis huesos
y dejó una réplica interminable
de tu abominable desapego.

MARÍA RAMOS GALLARDO. "UN ENTE EN EL DIVÁN". EDITORIAL EXLIBRIC. 2018 ©