HUELLAS
Viene
y va la luz entre corrientes alternas
de
aire arrebatado y dramático
filtrado
en resquicios y oquedades
pero
no alcanza más allá de la dermis,
donde
ésta se torna paredón defensivo
con
almenas armadas,
un
castillo, un armazón que protege
un
universo devastado,
una
constelación de órganos marcados.
Un
dibujo, cinco dedos
recubren
un corazón que convulsiona
en
la mano que aprieta y no suelta.
Huellas
dactilares y adn extraño
estrangulando
la aorta
desde
el recuerdo
que
se me antoja milenario
y
que consume el oxígeno
ahí
donde el pulmón
soporta la redondez de un
pellizco
incisivo
y continuo,
aunque
duerma.
Aún
me pregunto qué poder mayor que la luz
te
filtró en mis huesos
y
dejó una réplica interminable
de
tu abominable desapego.
MARÍA RAMOS GALLARDO. "UN ENTE EN EL DIVÁN". EDITORIAL EXLIBRIC. 2018 ©
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