LA INVARIANZA GAUGE LOCAL
Me suelo mover con
fluidez entre la marea humana,
diurna o nocturna,
con decisión,
segura, con metas diversas
o viajar en círculos
o recorrer los mismos caminos
de ida y vuelta,
esquivando,
evitando, abriendo espacio.
A veces miro de
frente a la masa dispersa y no la veo.
Y sólo a veces,
resurge alguien sin nombre,
como una estrella
que estalla en mil pedazos.
Los sin nombre, los
no recuerdo cómo te llamas,
pero sí tu cara o
tu luz,
llevan una tabla de
salvación en la mirada,
una suerte de
preludio mudo en la palabra
y una materia
oscura.
Los sin nombre
interactúan de forma gravitacional,
provocando elipses
o espirales de pensamiento
con las que anular
cualquier prólogo mediático
y saltar a una acción
de primer a séptimo capítulo.
Los sin nombre
borran soledades y almas en pena,
te insertan en una
masa algodonosa, dulce y amiga
y hacen que te
olvides de tu nombre,
de que te llamen,
de que te esperen,
de que te amen,
que te olvides de
cuándo empezó la noche
o cuándo termina la
vida
y flotes en ese
limbo amniótico de libertades emocionales.
MARÍA RAMOS GALLARDO. "DEL METAL AL CAOS (ALEACIÓN III)". 2012 (C)
Prólogo por Don Jose María Sánchez Sáez (Doctor en matemáticas, profesor universitario e investigador).
Diseño de portada: Pedro Romero.
me gusta tu poesía por que es empática y nada pretenciosa, en resumen humana.
ResponderEliminarMil perdones por no responder antes, acabo de ver tu comentario ahora mismo. Al mismo tiempo te agradezco de veras tu elogio, querido desconocido.
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