IV
Caminos de
piedras rotas,
para que exploten
tus llantas,
para que sangres
y gires.
Derrapé un día
desde las estrellas,
aunque nunca
quise ser dios,
sabio, maestro o
profeta.
Sólo pregunté, sólo
pregunté:
¿Por qué la otra
mejilla?
Y las hostias
cayeron directas
a mi cara
a mi alma
a mi corazón.
Hostias sagradas
que castigan por amar,
patadas en el
culo de la bondad
y una banda
sonora de hardcore.
¿Sabes dónde está
el infierno, baby?
En mi vida, amor,
en mi vida.
V
Me pasé tres
gasolineras y el tanque iba en reserva.
Tenía que prestar
atención al siguiente desvío.
Venía enredada en
las nubes
cuando un cartel
rojo me cruzó los ojos:
“Vuelve pronto”,
me decía.
Y mi cuerpo se
revolvió en si mismo.
¿Pronto? Eso es demasiado
tiempo, una eternidad.
Quería dar un
volantazo en el siguiente cambio de sentido.
Quería descorrer
los kilómetros y volver.
Quería anular mi
presente y mi futuro
y plantarme en tu
jardín
esperando los rayos
de sol y las gotas de lluvia.
No llevaba la
dirección correcta, no era mi sentido.
Y la rabia y las lágrimas
y el destino
pisaron el
acelerador con furia hacia mi casa.
MARÍA RAMOS GALLARDO
Poemas pertenecientes a una breve obra poética titulada “CARRETERA Y MANTA” inserta en una obra de autoría colectiva, “VIAJES ALTERNATIVOS, POESÍA Y PROSA DE LAS UTOPÍAS PERSONALES”. Dirigida y prologada por Javier Rodríguez Barranco y editada por Airon 60 en 2013
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