POEMA VII DE "CARRETERA Y MANTA"

 

 

                                    

VII                                                                           

Córdoba me recibió con la lluvia.

Tan distinta a otras ocasiones.

Recordaba veranos de calles soleadas

y patios exhuberantes,

de macetas en torno a pequeñas fuentes,

donde refugiarse del aire seco y asfixiante.

Esta vez no. Aparqué entre los charcos y te esperé.

Creo que con las prisas me llevé el mar en la maleta,

creo que te vestí de yodo y de sal.

Después de deambular por la judería,

nos refugiamos en nuestro propio oasis.

Allí, con la noche, abrí mi equipaje.

Te dije como el mar… Y fue así:

la arena húmeda, reposada, pero viva a plena luna,

acariciada por el límite del océano.

Orillas que se desplazan silenciosas, calmadas y seguras sobre la tierra una y otra vez,

dejando parte del agua filtrarse,

retirarse y avanzar de nuevo.

Desde fuera hacia dentro, desde dentro hacia fuera.

Un oleaje cíclico de erotismo supremo.

Y bañados de luna y mar nos amaneció.

“Cuídate”. Cerré el capó con el mar dentro.

“Tu también”. Te quedaste de pié en una acera.

Te besé y arranqué.

Desde el retrovisor te ibas alejando

a tierra seca con el sol.

 

 

Poema perteneciente a una breve obra poética titulada “CARRETERA Y MANTA” inserta en una obra de autoría colectiva, “VIAJES ALTERNATIVOS, POESÍA Y PROSA DE LAS UTOPÍAS PERSONALES”. Dirigida y prologada por Javier Rodríguez Barranco y editada por Airon 60 en 2013